Los manjareslisboetas siempre ponen a prueba la salud de nuestro organismo y, en particular, la de nuestro hígado. Con tantas botellas de vino y queso de calidad, es muy difícil sobrevivir aunque sólo sea un día, sin probar una de ellas o, mejor aún, la combinación dúo…
Vinho Verde
Empecemos por el queso… Queijo de Azeitão. Se convirtió rápidamente en nuestra merienda favorita. No lo hemos visto en ningún otro país que no sea Portugal, a pesar de haber sido nombrado uno de los 50 mejores productos gastronómicos del mundo, según los Great Taste Awards. A pesar de convertirse en nuestro queso favorito, sinceramente, el comienzo de esta relación fue rocoso. Cuando lo vimos por primera vez en el supermercado, nos preguntamos por qué la parte superior no estaba cubierta por ningún envoltorio (todo el mundo podía tocarlo). Aun así, decidimos darle una oportunidad y nos lo llevamos a casa, donde nos lo comimos todo… Unos días después, nuestro amigo portugués nos llevó a cenar y pedimos Queijo de Azeitão como entrante. Para nuestra sorpresa, cortó la parte superior del queso, tras lo cual nos pasó unas cucharas para que sacáramos el queso del interior. Fue en ese momento cuando Nico y yo sentimos que aún nos quedaba mucho por aprender sobre Portugal.
¡Y el vino! El Vinho Verde es otra de las razones por las que siempre nos alegra volver a Portugal. En traducción directa, Vinho Verde significa “Vino verde”. Ten en cuenta que esto no tiene nada que ver con el color de esta bebida. Esa expresión significa que el vino es joven. El Vinho Verde sale al mercado entre 3 y 6 meses después de la vendimia. Por esta razón, el vino es más bien suave de sabor, tiene menos alcohol y es un poco espumoso. Definitivamente, es perfecto para un día de invierno en el que las temperaturas se disparan, alcanzando los 20 grados.
¡Vive, no mueras! Y menos por una insuficiencia hepática…
