Amanecer en Lisboa | Portugal

Llevábamos más de dos años dándole vueltas a la idea de trasladarnos a Lisboa. Por un lado, en Berlín teníamos familia, amigos y una vida bastante asentada en un país donde conocíamos la lengua y la cultura. Por otra parte, Lisboa nos encantó hasta el punto de que pasamos allí el invierno todos los años. ¿Por qué?

Esta vista del amanecer en Lisboa está tomada desde nuestro balcón. Y si te fijas en los edificios del primer plano, probablemente puedas adivinar que nuestro apartamento con vistas a Lisboa o al océano no es el único. Esto significa que encontrar un apartamento a buen precio nos resultó mucho más fácil en esta ciudad. Y Berlín… bueno, Berlín es llana, así que es raro encontrar un apartamento cuyas ventanas no den a otros edificios. Ni siquiera podemos explicarlo, por qué la vista desde la ventana es tan importante para nosotros. Quizá sea la sensación de libertad que tenemos cada vez que vemos un amanecer (o un atardecer) como éste sobre la ciudad.

Lisboa también es conocida como la “Ciudad Blanca”. Al estar junto a un río, la luz del sol se difunde e ilumina los edificios con un resplandor casi “celestial”. Admitimos que el sol es una gran razón para escaparnos de Berlín en invierno. Ambos somos sensibles a la luz, o más bien a la falta de ella. A lo largo de los años nos hemos dado cuenta de que si no vemos el sol durante 30 días nos volvemos melancólicos y deprimidos. Lo peor de todo es que no estábamos solos: en invierno, hasta las ancianas alemanas de la calle pueden gritarte sin motivo.

En tercer lugar, y ésta es probablemente la razón más importante. El pueblo. Los portugueses son maravillosos, cálidos, pacientes, dulces y se preocupan por los demás (y probablemente no sean suficientes epítetos para describir a esta nación). Aunque somos extranjeros y aún no hablamos portugués con fluidez, nos han acogido como si no fuéramos “extraños”. Además, durante los más de dos años que vivimos en Lisboa, quizá sólo conocimos dos veces a un portugués gruñón (y conocimos a muchos).

Éstas son sólo tres de las muchas razones por las que lo dejamos todo y nos trasladamos a Portugal. Por supuesto, también conocemos los inconvenientes de vivir en Lisboa. Pero no son tan dominantes como para arrepentirnos. De nuestros amigos portugueses también aprendimos algunas actitudes importantes y cierto refrán. Si ocurre algo que no nos gusta del todo, simplemente decimos “es lo que hay”. Y en lugar de luchar emocionalmente con algo, buscamos una solución o simplemente nos vamos a cenar con los amigos y la vida sigue.

Nico Trinkhaus

Nico Trinkhaus

Nico Trinkhaus is the mind-blind photographer, using cameras to create visions and memories that otherwise would be lost to him.

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