En el mes de febrero visitamos Madrid, dándonos cuenta de que en este país se puede disfrutar de los parques durante todo el año. Uno de los parques que queríamos ver era el Parque del Buen Retiro; uno de los parques más grandes de la capital de España.
“Tenía que hacer una foto de este lugar”
Aparte de otros días, durante mi estancia en Madrid, el tiempo fue perfecto. Parecía que no éramos los únicos que aprovechábamos los domingos soleados para pasear por el parque. Cuando llegamos, todo parecía tan tranquilo: gente sentada en las cervecerías al aire libre, mirando las barquitas en el lago del centro del parque, niños jugando y amigos charlando: un idilio perfecto.
El parque era extenso, estuvimos paseando al menos 3 horas. En algún momento, sentí que el día sería un desperdicio sin hacer fotos. Mientras paseaba, busqué una composición que representara el parque de la mejor manera. No fue difícil encontrar un lugar interesante y, tras deambular un poco, vimos un pequeño estanque con el Palacio de Cristal al fondo.
Un poco de historia del Parque del Buen Retiro
El “Parque del Buen Retiro” fue creado a principios del siglo XV y ampliado por el rey Felipe II a finales de este siglo. En 1630 se levantaron varios edificios: “Casón del Buen Retiro” (utilizado como salón de baile) y “Salón de Reinos” decorado con pinturas, por ejemplo “Velázquez”. En esta época también se construyó el gran estanque del Retiro como decorado para los simulacros de batallas navales.
Palacio de Cristal
En mi fotografía, verás el “Palacio de Cristal” inspirado en el Palacio de Cristal de Londres, Reino Unido. Se construyó junto con el estanque artificial, un poco más tarde que otros conjuntos del parque y exactamente en 1887. Desde el principio, el Palacio de Cristal se utilizó para exponer especies florales procedentes de España.
El día que visitamos este pabellón de cristal no había ninguna exposición en su interior. Cuando entramos en este edificio, oímos voces de aves exóticas: ¡una “exhibición auditiva de voces de la naturaleza”! Luego paseamos por el Palacio y nos fijamos en un pequeño estanque lleno de tortugas que levantaban la cabeza del agua para tomar el sol. Tenía que hacer una foto de este lugar, aunque sólo fuera para el recuerdo.
