Sun Voyager se encuentra cerca de la carretera de Sæbraut, en Reikiavik. Esta escultura se encargó para conmemorar los 200 años de la capital islandesa. El proyecto en sí fue concebido en 1986 por el artista Jón Gunnar, que relacionó el concepto de Viajero Solar con la historia y la mitología de los islandeses.
Viaje al Sol en Islandia
En general, se pretendía que el Viajero Solar representara la promesa de una tierra por descubrir, un sueño de esperanza, progreso y libertad. En una entrevista con Þjóðviljinn, Jón Gunnar explicó un poco la historia de su escultura y la inspiración en la leyenda sobre el origen de los islandeses. Según esta descripción, un día soñó con los orígenes de los pueblos que se asentaron en Islandia. En esta fantasía, fue uno de los intrépidos viajeros que llegaron a Islandia desde Mongolia cientos de años antes de que él naciera. Sin embargo, se suponía que esta fantasía se basaba en la historia real de una tribu que fue enviada por un gran gobernante (Alejandro Magno, por ejemplo) para descubrir las tierras por donde sale el sol y, como resultado, se asentaron en Mongolia. Sin embargo, al cabo de algún tiempo, los descendientes de estos valientes guerreros, bellas mujeres y escribas quisieron regresar a su patria original. Así pues, partieron hacia las tierras donde se pone el sol. Tras atravesar montañas, bosques, ríos e islas, llegaron por fin a las orillas del océano. Los intrépidos viajeros que esperaban llegar a su lugar de origen construyeron barcos y cruzaron el océano. Así llegaron a Islandia.
Para conmemorar este sueño de los viajeros que llegaban al Atlántico, Jón Gunnar esbozó el diseño de un barco que surgía del granito con su mástil apuntando al sol poniente. El Viajero Solar debía simbolizar la promesa de una patria por descubrir.
