La Torre de Gediminas es la elección obvia cuando quieres disfrutar de un alto mirador con vistas sobre el horizonte de Vilna. La torre está situada en una colina y es en sí misma uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad.
La torre lleva el nombre del Gran Duque Gediminas, de quien se dice que fundó la ciudad de Vilna. La torre ha desempeñado un papel esencial en la historia de la ciudad, sirviendo como fortificación defensiva y símbolo de la independencia de Lituania.
Mientras subía a lo alto de la torre, no pude evitar sentir una sensación de excitación y expectación. Sabía que la vista desde la cima sería increíble, y estaba ansiosa por capturarla con la cámara.
Cuando llegué a la cima, no me decepcioné. La vista sobre el horizonte de Vilna era sencillamente impresionante, con el río Neris helado serpenteando por la ciudad y los tejados cubiertos de nieve de los edificios de abajo. Preparé una cámara para captar esto con la luz cambiante. Con la segunda cámara, di una vuelta, intentando encontrar otras composiciones bellas.
No sé si fue debido a las bajísimas temperaturas (menos de -20 grados centígrados), pero el aire era tan fresco que nos brindó un cielo extremadamente vibrante durante la puesta de sol. Por suerte, el frío mantuvo a la mayoría de la gente en casa, así que pude fotografiar este ángulo de la Torre de Gediminas sin turistas en mi encuadre.