El Camino Real de Praga es un sendero histórico que va desde la Plaza de la República hasta la Catedral de San Vito, en el Castillo de Praga. Durante siglos, los reyes de Bohemia la utilizaron para ser coronados en la catedral. Hoy en día, el Camino Real es una popular atracción turística.
Para escapar de las multitudes, los visitantes pueden disfrutar de una vista de 360° sobre Praga desde lo alto de la torre del ayuntamiento, en la Plaza de la Ciudad Vieja. Desde este punto de vista, la ciudad parece mucho más tranquila que en las ajetreadas calles de abajo. La torre ofrece una oportunidad perfecta para captar impresionantes panorámicas de la ciudad, incluidos lugares emblemáticos como el Puente de Carlos y el Castillo de Praga.
La torre del ayuntamiento fue un popular lugar de reunión de astrónomos en el siglo XVI, entre ellos el famoso astrónomo Tycho Brahe. En la cámara subterránea de la torre, observó y midió los movimientos de las estrellas y los planetas.
Por la noche, la ciudad adquiere un aspecto diferente con el cálido resplandor de la puesta de sol, que crea una atmósfera mágica. La torre también ofrece una gran vista de la luna y las estrellas por la noche.
El Día de la Ascensión es un momento popular para visitar Praga, y las calles pueden estar abarrotadas de turistas. Sin embargo, si te tomas tu tiempo para explorar la ciudad desde las alturas, los visitantes pueden disfrutar de una perspectiva única y escapar del ajetreo y el bullicio de las multitudes.
En conclusión, el Camino Real de Praga no es sólo una atracción turística, sino una parte importante de la historia de la ciudad. Recorrer el mismo camino que en su día recorrieron los reyes de Bohemia es una experiencia única que te transporta al pasado. Y aunque Praga puede estar abarrotada de turistas, aún quedan joyas ocultas por descubrir, como la hermosa vista desde la torre del ayuntamiento. Siempre merece la pena tomarse tiempo para explorar la ciudad y verla desde distintas perspectivas. Tanto si te interesa la historia o la arquitectura como si sólo quieres disfrutar de la belleza de la ciudad, Praga tiene algo para todos los gustos.
Flujo de trabajo
En la torre del ayuntamiento, sí que puedes utilizar un trípode, pero dada la estrechez y la cantidad de gente que hay allí arriba, no te lo recomendaría. Creo que sería inevitable que alguien tocara el trípode y desenfocara así la foto. Así que me alegré mucho de llevar conmigo mi GorillaPod. Podía sujetarlo fácilmente a la barandilla y hacer mis fotos como quería.
En el postprocesado, quise mantener el primer plano ligeramente sobreexpuesto para recoger al espectador desde aquí. La idea es recrear visualmente el camino desde el casco antiguo hasta el castillo, empezando en la iglesia de la Plaza de la Ciudad Vieja y terminando en la luna sobre el Castillo de Praga.