Esta foto fue tomada durante nuestra estancia de una semana en Port D’Alcudia, en el norte de la isla balear de Mallorca. Ya me fijé en las singulares puestas de sol con sus vibrantes colores naranja, amarillo y rojo durante las dos primeras noches que pasamos en la pequeña ciudad de provincias española. En realidad, no tuve elección y tuve que capturar esta impresionante vista con mi cámara.
Una foto con la esencia misma de unas grandes vacaciones
La pequeña parroquia forma parte de la ciudad de Alcudia, que obtuvo su nombre de la palabra árabe “Al-Qudya”, que se traduce como “las colinas” y describe el terreno suave y accidentado sobre el que se construyó esta ciudad histórica ya en el año 2000 a.C. Toda la zona a lo largo de la hermosa costa tiene mucho que ofrecer. No sólo hay muchos edificios históricos, como las ruinas de la ciudad romana de Pollentia o la iglesia gótica de Santa Ana del siglo XIII para explorar, sino también kilómetros de bonitas playas de arena.
Sin embargo, no hay mejor forma de terminar un día lleno de acontecimientos que sentarse a la orilla del mar con un buen vaso de vino tinto español y contemplar cómo el sol convierte el agua en oro líquido y las montañas en farolillos parpadeantes mientras se pone. Es simplemente uno de esos momentos para respirar hondo y olvidarte de todo lo que te rodea y, al fin y al cabo, ésa es la esencia misma de unas vacaciones estupendas.
