A Praga(Praha) se la suele llamar “ciudad dorada”. Pero cuando el sol se pone, puede ocurrir que Praga aparezca de un color totalmente distinto.
Cuando subimos las escaleras hacia el Parque Letná(Letenské sady), famoso por el enorme monumento a Stalin que fue sustituido por un metrónomo igualmente enorme, parecía que iba a ser una puesta de sol increíble. Nunca había visto el cielo de Praga tan rosa. E incluso si era rosa, entonces había ocurrido por la mañana, pero nunca por la tarde.