Era mi primer viaje a EEUU y allí estaba yo, de pie bajo una enorme bandera estadounidense, contemplando el impresionante monte Washington. Una emocionante aventura en la que me embarqué, me había conducido a esta sobrecogedora vista en la base de la Autopista del Monte Washington, desde el Café Glen View.
Comienza el viaje
Nuestra primera visita a Estados Unidos comenzó en las bulliciosas calles de Manhattan, Nueva York. De allí nos trasladamos a Boston, donde Daria estudió una semana en el MIT. Fue durante este tiempo, mientras ella estaba en sus clases, cuando decidí embarcarme en un viaje por carretera de 48 horas a través de los estados de Massachusetts, New Hampshire, Maine y Vermont.
El sabor de la libertad americana
La emoción de navegar por los extensos paisajes americanos en un gran todoterreno, algo muy distinto a nuestras normas europeas, no tenía comparación. Mientras conducía por las carreteras abiertas, rodeado por la verde naturaleza salvaje, la quintaesencia de la Libertad Americana llenó mis sentidos.
Mi viaje se dirigía hacia el complejo turístico de Bretton Woods, un lugar del que me había enamorado por las fotos. En mi camino, me encontré en New Hampshire, pasando por un lago sereno donde conocí a algunos exploradores amigos.
La sorpresa de Glen View
Después de que los exploradores me recomendaran la ruta más pintoresca, me encontré conduciendo por la NH-16, llegando a una parada de la autopista diseñada para ofrecer una espléndida vista de la Cresta Presidencial. Por desgracia, el día estaba nublado y las cimas de las montañas estaban ocultas tras un velo gris.
Decepcionada, decidí hacer una pausa para ir al baño en el Café Glen View. Al salir, el sol se abrió paso entre las nubes, revelando el glorioso monte Washington en todo su esplendor. Pero la magia no se detuvo ahí. Mientras admiraba las vistas, un grupo de motoristas irrumpió en la escena, añadiendo una cruda energía que encajaba perfectamente con el majestuoso telón de fondo.
Capturar un recuerdo
En ese momento, mientras estaba bajo la gran bandera estadounidense con el monte Washington como telón de fondo y los ciclistas preparados para salir a la carretera, me di cuenta de que estaba presenciando algo extraordinariamente simbólico. Era la esencia de todo mi viaje por carretera capturada en un solo fotograma, un testimonio de la sensación de libertad, aventura y camaradería que había impregnado mi viaje.
Autopista del Monte Washington
Por cierto, también puedes subir en coche por la Autopista del Monte Washington. Por falta de tiempo decidí no hacerlo, pero aquí puedes encontrar mucha información valiosa para el viaje.