¿Quizá ya has oído el chiste de que Mallorca es el decimoséptimo estado de Alemania? Pues bien, el año pasado decidí una vez más confirmar el estereotipo de los alemanes y visitar esta impresionante isla balear.
Sin embargo, intentamos evitar Palma y los ruidosos “Ballermans” de la costa sur de Mallorca. Elegimos la algo menos turística Alcudia, en el norte, que existe probablemente desde la Edad de Bronce. La gran ventaja de este lugar es que aún encuentras algunos locales donde durante las noches calurosas puedes sentarte con españoles y beber una cerveza de un vaso helado (¡sí, helado!). El mar Mediterráneo está completamente en calma allí, ya que las olas se rompen por las penínsulas que rodean este lugar.
La tarde en que tomé esta foto estaba paseando, como siempre con mi cámara, por Port d’Alcudia. Esperaba alguna composición con el puerto, la puesta de sol y las impresionantes montañas de fondo, pero mi atención fue robada por la pareja que intentaba hacerse un selfie para captar el momento de la puesta de sol española.
Cuando empecé a procesar esta foto me di cuenta de que podía pedirles la dirección para enviarles esta foto. Sería más fácil que hacerse un selfie con el móvil contra el sol…
