Kutná Hora, en la República Checa, está situada a sólo 51 kilómetros de Praga. Durante siglos incluso compitió por la supremacía con la capital de la Bohemia moderna. En la actualidad, Kutna Hora tiene una población de 20.000 habitantes (por lo que su tamaño es mucho menor que el de la capital de Chequia). Sin embargo, la ciudad aún conserva los signos de su antigua gloria.
En el siglo XIII se descubrieron yacimientos de plata cerca de Kutná Hora. Durante los tres siglos siguientes, la ciudad compitió con Praga en importancia económica, política y cultural. Tras las guerras husitas, Kutná Hora se convirtió en uno de los lugares donde los reyes de Bohemia gustaban alojarse. Este esplendor duró hasta el siglo XVI, cuando la ciudad pasó a manos austriacas y se inundó el principal yacimiento de plata. Sin embargo, las minas de plata no se abandonaron definitivamente hasta el siglo XVIII.
En esta foto, puedes ver (desde la izquierda) la Iglesia de Santa Bárbara y el antiguo Colegio de los Jesuitas. Además de estos monumentos, Kutná Hora es famosa por su “Ossarium”, que alberga la Capilla de la Calavera. Incluso después de 10 años, se me pone la carne de gallina al recordar esta sala decorada con los esqueletos de ¡más de 40.000 personas!
