La Iglesia de Peregrinación de Wies se diseñó en forma de óvalo; no sólo la perspectiva de esta foto tiene esas curvas. Pero cuando miras al techo, ¿te llama algo la atención?
La construcción de la iglesia de Wies se encargó en 1745 a Dominikus Zimmermann, que en aquella época era un arquitecto famoso en Baviera y Suabia. Sin embargo, las obras de la iglesia no se terminaron hasta 1754. El interior de la “Wieskirche” estaba decorado con ricas esculturas y frescos rococó. Todo el interior del edificio debía reflejar “lo divino en forma visual”.
Vale, pero ¿y la curiosidad de la foto? ¿Notaste algo inusual? Pues bien, el techo de la iglesia no es una cúpula: los frescos se pintaron así para dar la impresión de un óvalo. La ilusión óptica es tan buena que es difícil verla en la foto.