A veces, la fotografía puede ser tan fácil como abrir la ventana de la cocina y simplemente capturar el momento…
Esta foto fue tomada literalmente desde la ventana de nuestra cocina. Nos alojamos en uno de los Airbnb de Bairo Alto, que nos ofrecía una vista despejada del río Tajo, el Puente 25 de Abril y la Estatua de Cristo Rey situados en la orilla opuesta y Almada.
La vista habitual de Lisboa era la misma todos los días: mucho sol y una luz de ensueño por las tardes, lo cual no es nada de lo que quejarse, especialmente en enero. Sin embargo, el día del cumpleaños de Nico, todo el día estaba nublado y de mal humor. En algún momento, cuando terminamos nuestro trabajo, miramos por la ventana y nos quedamos encantados con la vista. Lisboa estaba cubierta de sombras nubladas y sólo había un rayo de luz justo donde estaba la estatua de Cristo.
Nico no esperó mucho y cogió su objetivo zoom, abrió la ventana y capturó la foto. Más tarde bautizó la fotografía con el nombre de “Luz divina de Lisboa”, que creo que la describe perfectamente.
