El Bâtiment des Forces Motrices, también conocido como BFM en Ginebra, es un edificio que me hechizó de inmediato. Durante un paseo nocturno por la segunda ciudad más grande de Suiza, el suntuoso edificio iluminado en medio del río Ródano captó mi atención fotográfica en un abrir y cerrar de ojos.
Un verdadero caramelo para la vista
La BFM se construyó originalmente entre 1883 y 1892 como central hidroeléctrica y se utilizó como tal hasta 1960. En 1988, la ciudad de Ginebra declaró el edificio protegido como monumento histórico y durante mucho tiempo no tuvo ninguna utilidad, hasta que en 1997 se renovó la Ópera de Ginebra y se necesitó una sede temporal. La antigua sala de máquinas se convirtió en un auditorio con 945 asientos. Lo que al principio era una solución provisional es ahora un lugar popular para espectáculos de ballet y óperas.
Así es como el BFM brilla cada día con su nuevo propósito y desempeña no sólo un papel importante en la historia industrial de Ginebra, sino también en su historia cultural. Además, es un auténtico caramelo para la vista y no sólo durante la hora azul, como se ve en la foto.